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Ciclos paganos

    ¿Sabías que el calendario pagano marca todas las celebraciones de los solsticios y los equinoccios? Es la Rueda del Año y simboliza la eternidad con su interminable ciclo de rotación solar. Es como la energía vital que renace con cada cosecha sagrada del alma. Básicamente, se trata del ciclo de muerte y renacimiento que ocurre una y otra vez… el alimento vital que renace con cada cosecha sagrada del alma. ¡Deja que te hable de sus ocho fiestas paganas!… 

    Yule

    Alban Arthan, solsticio de invierno
    21 de diciembre (21 de junio en el hemisferio sur)

    La primera es Yule, el día más corto del año, que celebra el solsticio de invierno y el nacimiento del sol, aportando luz a los oscuros meses invernales. El niño sol va a nacer para inundar de luz y poder vencer la oscuridad de los crudos meses invernales…

    Desnudo, frente a uno mismo, junto al roble, el sol nos espera,
    toca vigilia nocturna.
    Que arda el leño, quememos lo viejo,
    y con sus cenizas purifiquemos nuestra alma,
    su fértil siembra nos dé abundancia de corazón y sabiduría.
    Que los ancestros nos acompañen en el gran banquete
    hasta el amanecer.
    La vida que duerme bajo la tierra renacerá después de la oscuridad

    Imbolc

    Día de Brígida, Candelaria
    1 de febrero (1 de agosto en el hemisferio sur)


    Luego está Imbolc, el primer sabbat del fuego, en el que damos la bienvenida al despertar de la primavera y al florecimiento de la naturaleza y el renacer fértil de los, hasta esta fecha, escasos frutos de la tierra. Invocamos a Brigit, la diosa triple céltica del fuego.

    Ostara

    Albar Eilir, equinoccio de primavera, Festival de los Árboles
    21 de marzo (21 de septiembre en el hemisferio sur)


    Después está Ostara, en el que honramos a la diosa de la fertilidad y la belleza de la primavera, que se encuentra en todo su esplendor. La oscuridad y la luz a partes iguales. ¡Por fin el niño promesa es procreado!

    Beltane

    Celebración de la sexualidad y fertilidad
    1 de mayo (31 de octubre en el hemisferio sur)


    Beltane marca el comienzo del verano con fuego y pasión. Una invocación a Bel, al fuego brillante, es el inicio del cálido del verano, la fauna y la flora proliferan. Pasamos de la lujuria al compromiso y maduración.

    Litha

    Alban Heruin, Coamhain, solsticio de verano
    21 de junio (21 de diciembre en el hemisferio sur)

    Beltane conduce a Litha, una celebración del sol en su punto más alto antes de su eventual declive. Se apagará su vida…

    La noche mágica esta por llegar. Nuestro astro rey ha alcanzado
    su cenit para inundarnos de luz, amor, calor y energía.
    Salta a las llamas, despójate de tus miedos, quema tus lastres y
    sumérgete en las puras aguas bañadas de luna llena de Junio.
    Recuerda a Sirius, luz brillante del cielo que ilumina el Nilo.
    Festeja al dios Juno y la diosa Júpiter que celebran
    su amor celestial en la Antigua Roma.
    Alaba a la diosa Lithia de los Wiccas
    que enamorada espera ser fecundada.
    Cuídate de las místicas, encantadoras y traviesas criaturas
    celtas que salen a enredar con los humanos.
    Baila con los tambores druidas al ritmo del amanecer,
    en su cúspide el sol se filtra inundando de luz mágica
    las milenarias piedras del Stonehenge.
    Y adora por siempre al oráculo del espíritu de la naturaleza!!

    Lughnasadh

    Lammas, Primera Cosecha, Festival de las Primeras Frutas
    1 de agosto (1 de febrero en el hemisferio sur)


    Lughnasadh es el penúltimo sabbat del fuego, en el que recogemos las primeras cosechas para el póximo invierno. Pasamos del dios de la luz al de la muerte. Son los periodos del año más fríos y oscuros. Nos enfrentamos a una desolada tierra infértil

    Ha caído la noche, la magia en el ambiente, los druidas invocan al espíritu del trigo para que vuelva a los campos, es entonces cuando la gran muñeca de paja captura al espíritu de la abundancia.
    Comienza la gran fiesta celta del dios Lugh, época de las primeras cosechas, entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño, tiempo de recoger el alimento para el duro invierno.
    Campo dorado, energía solar, diosa del grano, gracias por los dones de la tierra, su trigo, su avena y su cebada.

    Mabon

    Alban Elfed, Herfest, Segunda Cosecha, equinoccio de otoño
    21 de septiembre (21 de marzo en el hemisferio sur)


    Llegamos a Mabón, que consiste en compartir la última cosecha del año, como una gran fiesta, la fiesta pagana del gran banquete.

    Ya es fin de ciclo y las sombras se acercan, pronto llegará el invierno, las hojas han caído, vuelve a morir la naturaleza, desprendámonos de lo viejo, un viaje interior de la luz a la oscuridad, todo renacerá en Yule…
    Oh dios del bosque, oh alimento del sol, astas de la fertilidad, hemos terminado la recolecta de la última cosecha, damos gracias por estos frutos de la Madre Tierra y la fortuna de su abundancia.

    Samhain

    Última Cosecha, Noche Ancestral, Fiesta de los Muertos, Halloween
    31 de octubre (1 de mayo en el hemisferio sur)


    Y por último, está Samhain, que es básicamente el final del año, cuando conectamos con el mundo de los espíritus, hablamos con nuestros antepasados, y los honramos. El frío se apodera de esta época y es el mágico momento en que la luz otoñal brilla con otra intensidad.

    Una puerta se abre, es momento de comunicarse con el mundo de los muertos. Todo está listo para el rito mágico, encendidas las hogueras, decorados los cráneos, ruedan las bebidas espirituosas, junto al druida nos preparamos para la noche ritual de Halloween, el Samhain celta nos aguarda.
    Culto a los ancestros caídos y protección frente a los espíritus malignos. La creencia pagana común y dispar en el mundo entero… Caída la oscuridad, antiguas tradiciones, Santas Compañas, cacerías salvajes, lémures y manes, Jack o’lantern, calabazas y mascaradas…. Es la víspera de todos los Santos (All Hallows’ Eve), la noche de brujas ha comenzado, a la espera de ser guiados en esta vida hacia la inmortal…


    Saturnales

    Eran las fiestas paganas que los romanos celebraban en honor a Saturno, dios de la agricultura y la cosecha, que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno.

    Ya renace y regresa la luz, el fin de la oscuridad de los días se acerca. Concluida la siembra y los trabajos de campo, es tiempo de celebrar la venida de la luz. Encendamos velas, decoremos con plantas nuestros hogares, reunámonos con familiares y amigos, intercambiemos regalos, bebamos y comamos, son días de diversión.
    Roma se viste de fiesta con sacrificios en honor a Saturno y cultos agrarios, no hay esclavos ni amos, ni guerras ni ejecuciones, ni hoces ni azadas, tan solo banquetes públicos, alegría, risas, felicidad, deleite campestre y carnaval. Regocijémonos un año más de esta ancestral celebración pagana. Ya pronto termina el solsticio de invierno, ya pronto retorna nuestro Sol Invicto. ¡Feliz Saturnalia!

    Lupercales

    Las Lupercales eran rituales sagrados de purificación y fertilidad que se llevaban a cabo en la Antigua Roma cada 15 de febrero.

    Debido a la escasez de fertilidad y de mujeres en Roma, el oráculo de la diosa Juno anunció que las madres de Lazio fueran fecundadas por un macho cabrío. A tal efecto se hacía un ritual en la cueva del Lupercal —allá donde Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba— donde se seleccionaban a los jóvenes más viriles —aquellos efebos que en su camino iniciático habían vivido en los bosques como lobos humanos—, llamados loberos o luperci (amigos del lobo), y se les marcaban sus caras con la sangre de un perro o un macho cabrío sacrificado.